jueves, 13 de agosto de 2009

La guagua





Si "guagua", así le decimos aqui, desde los más adinerados hasta los menos favorecidos en el mismo sentido, "guagua" es lo indicado. Dejemosle eso de autobus, bus y colectivo a otras naciones, pero aqui en RD le llamamos así.

Si me pongo ha contarles todo lo que he pasado y vivido o mejor dicho sobrevivido en las diferentes rutas de guagua que me ha tocado usar, no terminaría hoy, pero si les puedo decir, que he aprendido muchas cosas: me he enterado de los acontecimientos tanto nacionales como internacionales sin leer el periodico, han pasado por mis manos más de cien tratados con mensajes y citas biblicas (sin exagerar) y me han predicado casi la biblia entera, me han quemado mas que bailando un regueton de Wissin y Yandel, he aprendido inconscientemente las bachatas y merengues de manbo del momento, he desarrollado habilidades de autoprotección al momento de esos inesperados frenasos, asi como de defensa personal al evitar ser aplastada, maltratada o golpeada con los denominados bultos o paquetes, he presenciado un sin numero de discusiones sobre politica, me han dedicado poesias y hasta me han dicho mi horoscopo.

Estos son solo algunos detalles que se pueden presenciar en una guagua, pero no podemos olvidar el gran valor cultural, que tiene este medio de transporte, comunicación y aprendizaje, a través del cual adquirimos toda clase de experiencias, más una mezcla de conocimientos, que van desde la psicología y el comportamiento de las personas hasta saber acomodarse en el menor tiempo posible, de tal modo que donde por ley caben dos quepan ocho.

Ahora bien, tampoco hay que tapar el sol con un dedo, ya que esta más que claro que todo el que se transporta en guagua lo hace por que no tiene otra opción, pero en lo que el hacha va y viene les recomiendo montarla con orgullo, disfrutar el viaje y aprovechar los beneficios que esta nos ofrece.



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